De retornos y viejas historias

Quizá no debería titularlo así, pero se me ocurre que sea un nombre poco inadecuado, ya que adecuado no creo que haya ninguno.
Primeramente hemos vuelto de Benidorm enteros (y parecía complicado con el estómago del revés), lo de la ermita era un timo tremendo, o en una explicación más amplia, había un cartel en la colinita que separa cala finestrat de playa de poniente que ponía "ermita" y señalaba para arriba (lógico, las ermitas siempre tan a mano), pues bien tú te das tu horropaseo, cuesta arriba (y allí las cuestas lo son de verdad) y te encuentras con una miniermita, de acuerdo el tamaño no es lo importante, pero es que no era la típica ermita de hace mil, era de nueva construcción con una estatua modernilla, de esto que cuando has llegado echando el hígado te acuerdas de la madre de..., en fin como recomendación no subáis si buscais cosillas antiguas. El agua estaba fría, muy fría según algunos (de acuerdo la mayoría de la gente estaba en la arena pero es pq son unos rajaos), yo me he bañado los 3 días que hemos bajado y más a gusto que un arbusto.
El regreso no siempre es maravilloso, en nuestro caso no estuvo mal, quitando que hizo tiempo medio malo y el asfalto mojado siempre es un handicap (o como se escriba), de todos modos lo peor siempre es en casa, en mi caso hoy he tenido una vez más que escuchar las quejas de mi madre, esas que nadie escucha, por algo dicen que las novias siempre se llevan a los hijos con su familia, simple y llanamente prque nosotras si escuchamos a nuestras madres, y nuestros hermanos pues no, me ha tocao explicarles a mi padre y a un hermano (el otro hábil se ha quitado de enmedio) que mi madre (en este caso, pero haced examen de conciencia) nunca va a pedir nada, si no se la ayuda lo va a hacer ella sola, aunque se desmonte por el camino (en su caso más que probable), en serio ya se que cuesta pero si no se la pregunta ella no va a contar y las madres/mujeres/novias también sufren y padecen, pero en silencio, siempre en silencio, y sin pedir que es lo que más me jode, estoy harta de ser la mala que siempre está echando la charla pero no me explico pq nadie más ve lo que yo, o porque mi madre espera a que yo vuelva de vacaciones para llorarme, aunque se pq lo hace, porque yo si me quedo a escuchar, duele, a ella le duele y supongo que a todas, se acostumbran a estar ahí sin hacer ruido, preparando comidas, ropa y lo que haga falta y encima sin que nadie las de las gracias, no creo que les hagan falta regalos este domingo, sólo alguien que las escuche un buen rato (demasiado para muchos), sentaos un par de horas no os vais a morir y descubrireis que vuestras madres también tienen sus problemas, que no son como los nuestros, pero que son los que a ellas les duelen