Mensaje para el Espíritu Navideño
Después de un tiempo en el que he andado ocupada en otras cosas que espero hayan servido para algo, retomo anticipandome a las próximas y señaladas fechas (vale, el corte inglés me lleva ventaja pero es que yo no gano con esto). Asi pues, aquí va el único discurso de Navidad más esperado que el de, bueno, en fin, vaya no quiero problemas legales asi que vamos al tema.
En fin, inapreciado Espíritu Navideño, discúlpame si me dirijo a tí con hastio y una ligera tirria, pero es que me saturas vía "terceras personas", me hablan de tí en el trabajo en los anuncios en el metro, y de la lotería que se te asocia mejor no hablamos, ¡petardo!. A estas alturas ya me estarás descalificando, tachándome probablemente de antisocial o de borde, añadirás que seguro que soy de esas que no gusta de las reuniones sociales...
Vayamos por partes "pequeño", a mí a borde no me gana nadie esto es cierto, pero antisocial no te lo consiento, me encantan las fiestecitas y reuniones y toda la parafernalia pero ya me toca más las narices cuando estas situaciones se producen por tradición/imposición. Si, me gusta llegar a casa y comer/cenar con mi gente, pero me produce desequilibrios nerviosos estar rodeada por ancianos canosos con obesidad y un penoso gusto por los trajes ¡rojos!. ¿Alguna vez has sentido que ese muñeco está tan morbosamente cerquita a las velas que no sabes si apartarlo o esperar para comprobar si los bomberos están tan estupendos y simpáticos como en los calendarios?, te aclararé Espíritu chiquitín que es mejor apartarlo, no vaya a ser que ellos si estén imbuidos de ese temporal y embriagador sentimiento de cercanía familiar y te partan la cara por fastidiarles la cena cuando tenian una cena enorme en el cuartelillo con visitas de todos los familiares de todos.
En fin, no hare especial hincapié en temas tan escabrosos como dulces de los idem de Navidad, ¿pero qué pasa? ¿el resto del año no sabemos hacerlos?, es como lo de las torrijas de Semana Santa, ¡tío! que se pueden hacer en cualquier fecha, que ya no estamos en la guerra, sólo ir al mercado a por la canela y lo demás lo tienes en casa seguro.
Pero Espíritu de los pelmazos, lo que más me incomoda de tí no eres tú, sino tus hordas de incondicionales, los moralistas virtuosos del belén y la zambomba, ¡ay! la de veces que tendré que escuchar aquello de "¿no tienes espíritu navideño?", "no mira, es que el vestido de nochevieja si que se dónde está, en el armario pero vaya el espíritu tiendo a no cambiarlo muy a menudo", quizá estoy un poco demodé en cuestión de espíritus, nací con uno y no precisamente de quita y pon.
Vaya en fin, lo siento Espíritu pero va a ser mejor que vengas a visitarme en una fecha que me pilles menos liada hacia Marzo creo que tengo algo libre, en otras fechas pues como en la Seguridad Social, nos ponemos ya en Septiembre.
En fin, inapreciado Espíritu Navideño, discúlpame si me dirijo a tí con hastio y una ligera tirria, pero es que me saturas vía "terceras personas", me hablan de tí en el trabajo en los anuncios en el metro, y de la lotería que se te asocia mejor no hablamos, ¡petardo!. A estas alturas ya me estarás descalificando, tachándome probablemente de antisocial o de borde, añadirás que seguro que soy de esas que no gusta de las reuniones sociales...
Vayamos por partes "pequeño", a mí a borde no me gana nadie esto es cierto, pero antisocial no te lo consiento, me encantan las fiestecitas y reuniones y toda la parafernalia pero ya me toca más las narices cuando estas situaciones se producen por tradición/imposición. Si, me gusta llegar a casa y comer/cenar con mi gente, pero me produce desequilibrios nerviosos estar rodeada por ancianos canosos con obesidad y un penoso gusto por los trajes ¡rojos!. ¿Alguna vez has sentido que ese muñeco está tan morbosamente cerquita a las velas que no sabes si apartarlo o esperar para comprobar si los bomberos están tan estupendos y simpáticos como en los calendarios?, te aclararé Espíritu chiquitín que es mejor apartarlo, no vaya a ser que ellos si estén imbuidos de ese temporal y embriagador sentimiento de cercanía familiar y te partan la cara por fastidiarles la cena cuando tenian una cena enorme en el cuartelillo con visitas de todos los familiares de todos.
En fin, no hare especial hincapié en temas tan escabrosos como dulces de los idem de Navidad, ¿pero qué pasa? ¿el resto del año no sabemos hacerlos?, es como lo de las torrijas de Semana Santa, ¡tío! que se pueden hacer en cualquier fecha, que ya no estamos en la guerra, sólo ir al mercado a por la canela y lo demás lo tienes en casa seguro.
Pero Espíritu de los pelmazos, lo que más me incomoda de tí no eres tú, sino tus hordas de incondicionales, los moralistas virtuosos del belén y la zambomba, ¡ay! la de veces que tendré que escuchar aquello de "¿no tienes espíritu navideño?", "no mira, es que el vestido de nochevieja si que se dónde está, en el armario pero vaya el espíritu tiendo a no cambiarlo muy a menudo", quizá estoy un poco demodé en cuestión de espíritus, nací con uno y no precisamente de quita y pon.
Vaya en fin, lo siento Espíritu pero va a ser mejor que vengas a visitarme en una fecha que me pilles menos liada hacia Marzo creo que tengo algo libre, en otras fechas pues como en la Seguridad Social, nos ponemos ya en Septiembre.